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lunes, 30 de abril de 2012

2ª PARTE, CAP. 5 de “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”, ed. 2006. BANCO GARRIGA NOGUÉS, KIO, GRAN TIBIDABO, 1984-1995.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 30-04-2012.  Javier de la Rosa, pasado el Caso Consorcio, y hasta olvidado por la Prensa que jamás le relacionó, solucionaría la explosiva quiebra-desfalco del Banco Garriga Nogués, y con los petrodólares kuwaitíes construiría otra fantasía piramidal donde la Prensa, en lugar de callada, le crearía el genio de la finanzas españolas. De “alta ingeniería financiera” calificaron lo que en cualquier país civilizado eran simples estafas manipulando la Bolsa… y pasados los años los sumarios y sentencias describieron chapuzas empresariales, concebidas entre cócteles y otros productos. La “época del pelotazo” repito una infantil copia de la actualidad.  






SEGUNDA PARTE
Banco Garriga Nogués
KIO
Gran Tibidabo
1984-1995


Cap.5.-  11-9-87, Javier anuncia 500.000 millones de
inversión. Jordi Pujol Ferrusola. Minutas Piqué
Vidal. Mario Conde, Presidencia del Banesto. Jesús
Cacho. 1988, entrevista con Javier de la Rosa y
Piqué Vidal.
Pag. 133

Las competencias trasladadas a la Generalitat, con la tranquilidad del Honorable sacudida la losa de la Banca Catalana y el agradecimiento a su abogado Piqué Vidal, ¿agradecimiento, o en sus manos?, se unieron durante 1987, y siguientes, a la frenética actividad de Javier de la Rosa.

El 11-9-87, entrevistado por la revista Dinero, Javier afirma que 500.000 millones de pesetas pueden ser invertidos en España siguiendo su consejo. ¿Una subliminal confesión de lo invertido y desaparecido a los kuwaitíes?. Si Pujol por su carisma en Cataluña, y después partido bisagra para la gobernabilidad de España, ascendería a dios del Olimpo, intocable, inchantajeable, dueño de su destino y el de los demás, De la Rosa en palabras del ex secretario de Piqué Vidal, más allá del bien y del mal. Y se entiende lo escrito en la biografía de Piqué; “no le pagaba honorarios por los asuntos concretos que le llevaba. Y hasta tal punto hablaba en serio, que llegó a decírselo varias veces, unas aprovechando cualquiera de las múltiples conversaciones que ambos sostenían por teléfono a diario, y otras cara a cara, asimismo estando yo presente. Pero De la Rosa no le hacía ningún caso, porque como es sabido lo suyo eran las operaciones dinerarias y sabía muy bien que solo en comisiones, atendido lo que le daba a ganar a aquel insaciable abogado, todavía tenía el saldo claramente a su favor. Para no hablar de los obsequios y detalles que tenía para con su amigo el abogado”. Siguiendo en su apartado del cliente de elite del Bufete, que las “cascadas de sociedades” hacían imposible el rastreo o las ganancias de cada cual o quien.

Los sesenta y un abogados del Bufete no bastaban para los dos clientes principales, sostén, base o estructura total, o ya uno solo, pues Pujol crearía su Gabinete Jurídico en la Generalitat, demostrado cuando un acreedor de uno de los negocios de Jordi Pujol Ferrusola se sorprendió por ser citado en la Generalitat e interpelado por el abogado del Departamento de Gobernació, José Luis Sangüesa Zorrilla. Nunca se sabrá en cuales de las infinitas sociedades se remansa la mordida de cada operación con De la Rosa de intermediario o promotor y Piqué de componedor legal. Se amplía el entramado de Bufetes completando con Iberforo una asociación abierta, publicable y publicada. ¿Y cuantos bufetes para el doble juego?. A la larga tanto Oscar Alzaga como otros bufetes se desgañitaron desmarcándose de Piqué Vidal, aunque la verdad de esas manifestaciones una gran incógnita, ni enderezarían entuerto alguno. El Banco Garriga había financiado el partido, Alianza Popular, de Oscar Alzaga, Juan José Folchi y Eduardo Bueno Ferrer, otro alter ego de Javier, y eso imprime carácter, y obliga a cerrar la boca.

Durante 1988 Piqué Vidal en la cumbre de su poder. Parejo al de Javier de la Rosa, con los siete grandes bancos temblando por los paquetes de acciones de toda la banca nacional en sus manos. Natural que como contrapoder en el caso Banesto, jugándose la fusión con el Banco Central y la Presidencia de Mario Conde surgiera de nuevo el tema Banco Garriga Nogués.

Se ignora si Mario Conde tenía más deseos por esa Presidencia que De la Rosa, o éste sabiendo el inmenso lodazal del Banco, y la posición del Banco de España contraria en principio a su presencia, prefería su entonces cómoda riada de petrodólares dominando la Bolsa Española, y asimismo jugar con aquellos banqueros aterrorizados por socialistas y la propia situación de unos bancos al borde de una impensable quiebra arrastrando al País. La guerra fría, aquellas películas de rusos y americanos, una pequeña fantasía del ambiente madrileño. La “puñalada trapera”, el simple chantaje, el florete en la mano. Y Madrid, una ciudad atrayente para los cientos de miles de población flotante, que a la par de trastear asuntos oficiales, la disfrutaban. Sus ambientes lúdicos superaban a los parisinos, abusando de turistas.

Antes de citar uno de los varios libros de Jesús Cacho, “Duelo de Titanes”, “Asalto al poder, II”, Ediciones Temas de Hoy, 1989, centrado en Mario Conde, y de personaje subprotagonista, Javier de la Rosa, donde indirectamente se me cita, debo aclarar que mis relaciones con los abogados, Jorge Trias Sagnier y Pedro Hernández Mora, nacen de mis relaciones con José Luis de Vilallonga y Tito Parés, y la denuncia por las letras falsas del 86. Unas relaciones cortas e intensas comprando el restaurante Pasta y Basta de José Luis y Silianne, en la calle Santa Margarita, frente al Congreso de los Diputados. Les encargo mi defensa. Tras apenas dos meses de cárcel, libertad con diez millones de fianza.

El momento más duro de aquella detención y presenciado por mi abogado fue el empecinamiento del comisario para que le informara sobre donde compraba por el 78 cien mil pesetas semanales de coca. Entretuve demasiado su agresiva actitud, evitando el tema principal, las letras, hasta que confesé. Debía llamar al Banesto continuador del Banco Coca en el Paseo de Gracia donde tenía un crédito amortizándose por cien mil pesetas semanales. Pablo Miró, su director entonces, se hubiera reído. Omitir la palabra Banco en la ficha contable despertó la perra agresividad policial, que subió de tono ante el ridículo, alargando el puño que evité.

En mis muchas conversaciones con Jorge aparece el Consorcio y el hombre de moda Javier de la Rosa, a quien sigo sin conocer. Trias conoce el ambiente barcelonés de banqueros y constructores por haber colaborado con el célebre Ilmo. Don José M. Figueras Bassols, licenciado en Derecho y varios títulos más, presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de España, y varias presidencias por el estilo, consejero de Cros SA, además de promotor de horribles “satélites barceloneses”, y que con su grupo Harry Walker, pasó de 770 millones en el Banco Garriga en el 80 a 14.533 millones en el 84. O sea, metido de coz y hoz en el castillo de naipes del Garriga. Trias, mi abogado en Madrid, tan conocedor de la Barcelona de los 70 como del Madrid de los 90, donde se sentará en el Congreso de los Diputados por el Partido Popular.

Me propone un ataque directo contra De la Rosa donde se pudiera revisar la sentencia del Consorcio de la Zona Franca. Me entusiasma la idea y máxime cuando de parte de Rafael Pérez Escolar, a quien no conocí, consejero del Banco Español de Crédito por intimidad con Mario Conde y su propia celebridad como letrado (juez en el franquismo), se me ofrece la bonita cifra de 45 millones al inicio de la querella, que yo debía interponer. Antes escribiría una sinopsis del enfoque, posibilidades y pruebas.

Por entonces yo era consciente no solo de la catadura moral de De la Rosa, y su entorno, sino del peso específico en el país. Para muestra de su importancia unas cuantas frases del periodista y escritor Jesús Cacho situándole en el máximo pedestal de las finanzas. De árbitro en las fusiones bancarias y política. “Para Juan Abelló había tres personajes clave ese fin de semana... Manuel Prado y Colón de Carvajal, la persona que le podía poner al corriente de lo que pensaba el Rey Don Juan Carlos sobre la fusión Banesto Central; Enrique Sarasola, el amigo del Presidente, que podía hacer otro tanto acerca del parecer de la Moncloa, y Javier de la Rosa, el cordón umbilical de KIO en España...”. “...a la sombra del mencionado eje Moncloa Alcalá se irá formando una alianza cuyo líder natural será Mariano Rubio, Gobernador del Banco de España, y en la que se integrarán inevitable la Beautiful people, la mayor parte del establishment bancario del país, con Claudio Boada a la cabeza, los March, los Alberto, el grupo Kio-Javier de la Rosa. Miguel Boyer, la ONCE, y todo ese magma empresarial privado que ha sido ganado por la beautiful para la causa socialista”. Los March, de socios e íntimos de Cristóbal Martínez Bordíu y todo el franquismo, al socialismo sin reciclaje doctrinal. Cacho no relacionaba a Claudio Boada con los Franco y el Banco de Madrid donde fue consejero y el jovencito De la Rosa metió baza por cuenta del Banesto que se tragó el gran sapo. Navalón, y sus relaciones de profunda amistad con cuatro personajes singulares: Adolfo Suárez, Luis Valls, Javier de la Rosa y Matías Cortés. “...el financiero catalán se entrevistó a finales de mes con Felipe González”. “La entrevista entre De la Rosa y Abelló, dos de los gallos de más florida cresta del corral hispano...”.

A rebosar de intervenciones del “catalán”, repitiendo en los demás libros que sobre el momento político financiero escribiera Jesús Cacho. Lo sentarían a la mesa del Rey, y en Mallorca brillaba con luz propia, con un tío, hermano del padre, en la jefatura de Marina, e inversiones a pie del Club Náutico. ¿Soñaría con un imposible indulto real para el futuro al estilo de Climpton con March Rich, una de sus admiradas estrellas de las finanzas y materias primas internacional, o con la inmunidad del presente?. El futuro es una nebulosa, como aun no existía el Climpton tan alabado y denostado a partes iguales. Un espejismo el paraguas real, en definitiva la única persona con tabú mediático y legal.

Por las mismas fechas, 11 de julio de 1988, Feliciano Baratech, de La Vanguardia, su turiferario, escribe; “Conde ha reafirmado su talla en la reciente asamblea general de Banesto, al pulverizar ciertas campañas de intoxicación sobre algún otro joven valor consolidado del sistema financiero, perteneciente a su misma generación”. ¡De la Rosa, valor consolidado!. ¡Ah, los del cazo!. El mismo día la revista El Globo, “Banesto mantiene su espada en alto”, “Los agujeros del Garriga Nogués y de Banesto, que supusieron unas pérdidas de 150.000 millones, son el capítulo inédito de la crisis bancaria. López de Letona coexistió con Garnica y sus familias y salió disparado. ¿Es libre Conde para exigir responsabilidades?. Según el artículo Conde había informado que tenía dos dictámenes sobre el Garriga Nogués elaborados por los abogados Rafael Pérez Escolar y José Maria Stampa. “El presidente se presentó ante los consejeros como muy preocupado y se preguntó en voz alta hasta que punto la existencia de esos informes, favorables a una acción jurídica contra Javier de la Rosa, ex vicepresidente y consejero delegado del Banco Garriga Nogués, no obligaba a hacer algo. Porque según uno de los informes, una vez que el banco cuenta con dictámenes jurídicos en los que se reseñan las irregularidades, estaría obligado a actuar para no incurrir en “corresponsabilidad” con una gestión, no aprobada, que ha provocado pérdidas de 98.526 millones”. Junta del 30 de junio. La prensa, de locos. De la Rosa, a semejanza del Presidente del Gobierno, tiene prensa adicta y de oposición.

Y a mí me insisten que Javier se halla entre las cuerdas. ¡Que visión!. Por si fuera poco han detenido a su amigo Lorenzo Rosal Bertrand con un millón y medio de dólares y los rumores se los adjudican. El entuerto se solucionará con un certificado del Juzgado Central de Instrucción n. 3 afirmando que don Javier de la Rosa no consta en ningún procedimiento por delito monetario. Los socialistas no tardarían en despenalizar las exportaciones de capital.

Al terminar varias hojas manuscritas no se me escapaba que la mayoría de las pruebas deberían certificarse por el Banco Español de Crédito. Y sin dominar los complejos y retorcidos laberintos legales y judiciales, aparece la posible “responsabilidad civil subsidiaria” del Banco. La prescripción parecía salvada, como la de la posible denuncia por el Banco Garriga y Nogués dentro de los cinco años. Las dudas me asaltaban a borbotones, ¿porqué amenazar a Javier de la Rosa por el caso Consorcio cayendo otra losa al Banesto, y nadie se querellaba por los 100.000 millones del Garriga?. Los meses me contestaban a través de la prensa, por las luchas intestinas en el Banco, y las propias declaraciones públicas de Javier. Me utilizaban de espantajo en su lucha por el Poder, o un “pelotazo” con las acciones de KIO que los medios especializados cifraban en un diez por ciento del banco, muy por encima de cualquier accionista, y ni menos por todo el antiguo Consejo de Administración jugando con pequeños paquetes a ampliar y especular en cada ampliación a la par.

El silencio de mis abogados me descentró, y llamé a Piqué Vidal. Los magnates del Banesto me inspiraban tan poca confianza como Piqué y Javier. Y si ya a buen seguro no sacaba nada en Madrid, las mentiras de la otra parte me atraían. No pensé en dinero tras mi llamada, pero así fue. Y conocí al gran Javier de la Rosa Martí.

Como de costumbre, paseando por un campo de minas. Mi abogado Trias escondiéndome aristas para mí importantes. Conocía el tema mucho más de lo comentado o sonreído, ya que además de sus servicios al importante promotor barcelonés y prohombre Ilmo. Don José María Figueras Bassols, metido hasta las cachas en el Garriga, fue secretario general del “Comité Español de la Liga Europea de Cooperación”, presidido por Carlos Güell de Senmenat, con vocales tan implicados y conocidos como Narciso de Carreras (Caixa), Javier Godó, Arturo Suqué Puig (Casinos, De la Rosa y Piqué Vidal, y vocal con Samarach en el Real Automóvil Club de Cataluña), Carlos Ferrer Salat (laboratorios, Banco de Europa, y primo de Vilarasau de la Caixa, a quien endosó su oscuro banco, y por amigo de sus amigos miembro del Comité Olímpico, y de la Candidatura Olímpica de Barcelona, y más). O sea, información tendenciosa de primera mano, y de quienes por nada del mundo quisieran reabrir el caso Consorcio. Su ex jefe, como si no hubiera pasado nada, será miembro del Comité Organizador de las Olimpiadas. La Corte del Marqués de Samaranch.

Uno de los cargos de Figueras debe comentarse en punto y aparte, Presidente de la Comisión de Control de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares, la CAIXA. ¿Alcanzaba a su cargo el reparto de la Caja B, dinero negro, y cuanto de los 600 millones detraídos del empréstito al Consorcio, o del 3% a mis inmobiliarias?. Es de suponer que en la CAIXA no firmara con la misma alegría que en el Banco Garriga Nogués (de 700 a 14.000 millones), que si le firmaron falsificando su firma o abusando de sus presidencias, muy probable, no denunció a De la Rosa publicadas las cifras. Serían interesantes las conversaciones con Udina Martorell, secretario, en la Caixa, y después con De la Rosa en el Banco Garriga. Y mientras yo en La Modelo por encubrimiento. Un Excelentísimo en susurros con el Ilustrísimo.

De pié en la recepción, leyendo las decenas de nombres de abogados en un nomenclator, tomaba conciencia que me podían pisar cual gusano, pero la inconsciencia ha sido uno de los motores de mi vida, perdiendo los estribos cuando dos guardias de seguridad uniformados y enormes venían dispuestos a cachearme. Mis aspavientos se cortaron por la llegada de Piqué Vidal. Nada de toqueteos.
Tenía delante los hombres más poderosos de Barcelona, excepción de Samarach y Vilarasau con su Caixa, y otros específicos de Hacienda o la Judicatura (a sueldo o porcentaje las cabeceras), quienes urdieron la tragedia de mi vida, los tres años de cárcel. No era el momento de descontrolarme.

Se iniciaron con una serie de fantásticas versiones sobre lo ocurrido en el Consorcio, sin obviar que se les fuera de la mano, o el dinero lo tenía Serena, y por supuesto, culpa del padre. Utilizó el cuento de la lágrima, no podía ser víctima otra vez de las equivocaciones paternas. Lo oído ya lo había leído en la prensa, escrita a su dictado. Sin más aguante, les solté destemplado que por lo poco vivido con su padre, “un viejo borracho ajeno al día a día del Consorcio”, ampliando con mis suposiciones ajenas a lo publicado. “Lo montaste tú, o vosotros, los diez mil millones, nada de mil doscientos, y las pruebas están en el juzgado y en el Banesto”. “Y entendería vuestra lucha por zafarse de la estafa, pero comprar a mi abogado y a los jueces, eternizando la cárcel, es imperdonable”. Entre gente de banca obvian explicaciones, y lo solté claro; “si en los últimos mil millones utilizasteis una cuenta de Bruna engañándole, los otros ocho mil o más millones librados en talones, muchos nominativos con nombre falso, para transformarlo en propio es indispensable un banco, en este caso tu “banco”. Y no solo eres el colaborador necesario por la falsedad de los titulares, sino puede que autor. Dudo que el desfalco lo realizara tu padre, sino vosotros, o tú, aprovechándote de su inhibición. Y sabido lo que ahora sé del Banco Garriga, me inclino por esta versión”. “Estás obsesionado”.
Cambio de rumbo total. 45 millones, lo ofrecido por el Banesto, si le firmaba una carta ante notario especificando que él era ajeno al Consorcio, y que alguien me utilizaba para atacarle. “Si yo no formaba parte del Consorcio, poco puedo exculparte”. ¿La carta se dirigía a neutralizar a Mario Conde?. El pago, quince a la firma, y otros tantos cada mes. Tiempo suficiente para solucionar las diferencias con el banquero, comprobando que yo no les traicionaría iniciando la querella. Los quince millones ya me parecían suficientes, puesto que el andamiaje se vendría abajo. Y sin sorprenderme, el siguiente pago no se realizó. Juntos en la segunda entrevista me achacaron el invento de la amenaza y mis contactos con Mario Conde, y con ficción telefónica el banquero negaba mi existencia.

Acta de notificación autorizada a requerimiento de Rafael del Barco Carreras, Barcelona 7 de Octubre de 1988, José Batista Montero Ríos, Notario de Barcelona, Beethoven 6 (Diagonal-Bori Fontestá). La segunda carta, sin la compañía de Piqué Vidal, ampliando lo firmado y hasta rectificándolo, no seguiría la misma vía de entrega a mano, sería enviada por correo, con el evidente mal humor notarial por pretender utilizarlo de empleado de correos.

El día 14 de octubre leo en La Vanguardia; “Manuel Ludevid, virtual sucesor de Ramón Mas al frente de la Zona Franca”. Un nuevo delegado del Gobierno, y entre currículum añadía; “Cuando el hoy director general de Promocinser se incorporó a este organismo, las necesidades de refinanciación de deuda se elevaban a cerca de 10.000 millones, mientras que ahora esta cifra se ha reducido a unos 2.000 millones. Además, se han pasado de unas pérdidas anuales del orden de mil millones anuales a unos beneficios de 1.700 millones, previstos en 1988”. Si oscuro lo de la refinanciación, simplemente incorporar a los créditos el aval del Estado aplazándolos a dieciocho años, no menos lo de perder mil millones anuales en tiempos de Antonio de la Rosa, pasando con la nueva administración a 1.700 de beneficio. ¿Cuántos millones sumaba el desfalco?.

Jesús Cacho escenifica el cabreo de Javier. “Estos dicen que alguien a pretendido ponerte nervioso, y veo que lo ha conseguido...”. “Sí, estoy un poco angustiado, y no por mí, sino por mis hijos, que ya son mayores, van al colegio, tienen amigos. Es lo que me dice mi mujer: ¿pero no se va a terminar nunca esta pesadilla?”. “Pues lo dicho estos se lavan las manos”. “De todas maneras estoy un poco más calmado, porque he hablado con algunos consejeros de Banesto, ya sabes que yo sigo conservando muy buena relación con los Garnica, y me han asegurado que esté tranquilo, que no hay nada de nada, y que si se planteara no saldría adelante”.

Continúa con que sus relaciones con Mario Conde eran malas, pero Conde afianzaría su soñada presidencia, y De la Rosa obtendría el arbitraje con el Banco Español de Crédito en que los jueces serían nada menos, Juan Piqué Vidal, Rafael Jiménez de Parga y Rafael Pérez Escolar. ¡Mejor imposible!. La prevaricación en grado superlativo. Lo de “malas relaciones” entra dentro de los enemigos declarados y que en cada momento clave para él actúan de amiguísimos. Narcís Serra, Navarro Rubio, Carlos Solchaga, y tantos. Y yo desaparecí una larga temporada de mis habituales lugares comunes.

Me demostraba a mí mismo, y así se lo expuse, que no aceptaba el destino de víctima en el caso Consorcio, como mis compañeros, Serena y Bruna. Sin embargo la prensa me olvidaba. Cambio 16, que inició la pasadilla en 1979, en el 88 n. 876 publicaba que por el Consorcio el único que entró en prisión fue Bruna, de quien publicaba la libertad.

“Y si por si acaso se os ocurre algo más que comprar a mis abogados o jueces, he tomado mis medidas...”. “Estás loco, ¿nos crees gansters?”. “Algo parecido o mucho peor”. No les volvería a ver, en tratos directos.
Yo no ignoraba que el 2 de mayo de 1988 Margarita de la Victoria Votija Pilar huyó de España amenazada de muerte por interferir a través de una asociación vecinal en el complejo enredo de las Torres KIO.


Barcelona

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