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viernes, 20 de abril de 2012

1ª PARTE, CAP. 18 de “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”, ed. 2006, Consorcio de la Zona Franca, Piqué Advocats Associats, 1975-1984

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 20-04-2012. Un capítulo reafirmando el “ambiente barcelonés” de entonces, como digo tan parecido al actual, pero más modesto. Continuar en prisión, ni tenía que ver con mi culpabilidad, ni siquiera con el Consorcio… simplemente LA GRAN CORRUPCIÓN.





Cap. 18 -  Reuniones 1981 entre Javier, Piqué y Oubiña. Cía de
Desarrollo y Financiación SA. Andorra. Banca
Catalana, de González y Reixach. Iberforo. Tribunal
Constitucional.
Pag, 86


PRIMERA PARTE
Consorcio de la Zona Franca
Piqué Advocats Associats
1975-1984

18



Con Javier de la Rosa, reforzado, se entiende la denuncia en el 91 del Abogado Carlos Obregón al TSJC, referida en parte al 81, que en su apartado vigésimo segundo dice; “El Sr. Antonio Doménech Piñol fue delegado en Tarragona y su provincia del grupo financiero “Compañía de Desarrollo y Financiación SA” desde el año 1968 hasta el año 1981, fecha en que quebró la entidad “Compañía de Desarrollo y Financiación S.A.”, de la que D. Francisco Javier de la Rosa Martí era su asesor financiero y D. Juan Piqué Vidal su asesor jurídico”. Y sigue en el 23; “El Ilmo. Sr. Adolfo Fernández Oubiña, siendo Juez del Juzgado de Instrucción n.1 de Reus, era amigo del procurador D.Antonio Doménech Piñol y tenía dinero aportado a título personal en el grupo “Compañía de Desarrollo y Financiación S.A. y el mismo Sr. Doménech Piñol abonaba mensualmente al juez Sr. Fernández Oubiña los intereses de su inversión en “Compañía de Desarrollo y Financiación S.A.”.

Sin asombro, la prensa ni palabra de una quiebra del entorno Piqué Vidal, siendo las cifras de una magnitud incomparable a la anunciada Alianza Financiera SA, de la que me convertían en administrador. Sin entrar en el meollo de la quiebra, se reunían para estrujar el limón, o sea, a sus deudores y administradores, apropiándose de los activos de valor sin pagar a acreedor alguno.

Apartado 39.- Quince días después, aproximadamente, del hecho anterior, el Sr. Carlos Odena Savall se trasladó al domicilio de la “Compañía de Desarrollo y Financiación S.A.” sito en la Avda, Diagonal 612, 2º, de Barcelona, donde también tiene su domicilio el abogado D. Juan Piqué Vidal, y allí mantiene una entrevista con D. Francisco Javier de la Rosa Martí, D. Juan Piqué Vidal, D. Manuel Rangel, D.Antonio Doménech Piñol, D. Carlos Maillo y D. José Maria Moix Cabezas, quienes informaron a mi causídico que en la notaría del Sr. Torruella de Reus había firmado muy alegremente, por cuanto el certificado de que las fincas propiedad de la madre del Sr. Odena Savall estaban libres de cargas era falso.

Un certificado confeccionado en el domicilio del letrado y la financiera, conllevando la detención de Carlos Odena con la intervención del policía Justo Aguilera Fernández y Carlos Esteban Martín (mereciendo para ser contratado por Juan Piqué Vidal). Y afirma la presencia del fugado Antonio de la Rosa Vázquez y los traslados de fondos a Andorra. En cuanto Andorra, el futuro ampliaría lo declarado por Carlos Obregón, con intervención de una Brigada madrileña de Delitos Monetarios por los 80. ¡Y Fernando Serena en prisión por blanquear vendiendo coches a Antonio, y por “administrador” según su declaración!. Unos cientos de millones. Las cifras de la quiebra de la financiera ascenderían una o varias decenas de miles de millones. Más modesta la de Renta Barna, solucionada pagando a sus inversionistas con parcelas de Tierras de Almería SA para invernaderos, y liquidada su actividad, durante dos años aumentó los miles de millones aparecidos en la quiebra del Banco Garriga.

Odena confesó a su abogado Obregón (abogado de oficio, un sacrificio entonces, con entrega de gran persona y profesional) que en una declaración ante el Juez Fernández Oubiña le soltó tan tranquilo ante sus acusaciones; “Tu verdad no se la creerá nadie; mi mentira interesa creerla a mucha gente”. Anécdota referida por Adela Vázquez Lluch. El Juez se atrevía con cualquier descaro, como ampararse en su archivo personal sobre corrupciones judiciales. La cara dura de Oubiña se acentuaría veinte años después soltando a los cuatro meses de preventivo al energúmeno que a patadas mató a un crío en la Villa Olímpica. A la prensa no le sentó bien, pero ni comentario a su lapidaria respuesta; “Cuatro meses en prisión preventiva es mucho tiempo”.

En cuanto al Garriga, ritmo de locura, ni el susto de Tejero, adorado por la familia De la Rosa, ni las elecciones ganadas por los socialistas, amargaron su ascenso. En definitiva Javier les tenía el pulso tomado, y ellos a él. Firmaba lo que le pusieran por delante, y aunque el alcalde Narcis Serra le informaban refunfuñaba ante solo el nombre del gran financiero, los aparentes enemigos ayudan si conviene. Con un buen reparto los enemigos se unen. Su nombramiento, Ministro del Ejército, le tendría ocupado. Maragall sucedería a Serra en la alcaldía, 1982, y tanteado el ambiente sobre el grave peligro de la querella por el Consorcio de la Zona Franca, reabierta de convenir a algún recién llegado, porque hechos a denunciar los había sobradamente ni mencionados, ni menos sabidos por Del Barco. Amén de que los nuevos poderes pudieran detener a su padre. Impensable. El frente guardado y seguro, con o sin Maragall, o el todopoderoso Ministro del Ejército y jefe del CESID. Y con el nuevo alcalde los acusados seguirían en prisión y De la Rosa con sus amigos socialistas, tan felices.

Los cambios políticos no se ajustaban a sus conceptos religioso políticos. No le tambalearían, al contrario, mejor con la “derecha”, pero todo en la vida no se puede pedir. La contrariedad, que su socio, vecino, amigo, confidente, y firma eje en el Banco, Eduardo Bueno Ferrer, perdiera ante Jordi Pujol la incipiente Generalitat, con previsión de convertirse en la gran Generalitat, se compensaba con la infinita alegría de su colega, “colegi”, Juan Piqué, frotándose las manos. Banca Catalana a la vista. Lo escrito en el libro “Banca Catalana, más que un banco, más que una crisis”, en 1985, por Frances Baiges, Enric González y Jaume Reixach, citando a Rafael Ribó en el Parlament; “¿Quién ha presionado al presidente de la Generalitat?, ¿cómo lo ha presionado?, ¿sobre qué materias le han presionado?”, “no podemos tener un presidente presionable”. El comunista Ribó (de una de las familias más ultraburguesas de Barcelona, su padre un riquísimo agente de Cambio y Bolsa) conocía el paño, los delitos en Banca Catalana condicionarían a Pujol no solo en Madrid, sino peor, ante su abogado Piqué Vidal. La Generalitat lo convertiría en una mina. Si Javier no tenía tanta visión de conjunto, el gran Piqué lo sentiría clarísimo.

Los 275.000 millones de Banca Catalana captados con lo “catalán”, y con extratipos largos (pago ilegal y en negro de intereses), con un agujero en principio de 75.000 millones, tenían una sabrosa trastienda. Con el ahorro forzoso de los descuentos y créditos, se convencía a los forzados ahorradores a comprar acciones del Banco. “Te doy un millón de crédito y me compras acciones de la Catalana por cien mil”, o doscientas, trescientas, según. La Banca Catalana no cotizaba en Bolsa y a base del crecimiento de su balance formando fusiones, y su famoso grupo empresarial, las ampliaciones de capital constituían la gran fiesta anual del grupo dirigente. Se emitían a la par, y así compraban los “antiguos”, y se “vendían” a saldos formados por retenciones, dinero de la propia Banca, por tres veces su valor. Ni acudían a Bolsa como el Banesto, se lo guisaban y comían en casa. Un valor por debajo de la media bancaria en bolsa por lo que los forzados compradores sin resquemores. Mil pesetas y al día siguiente tres mil. Fantástico. Y meses antes del descalabro, días y minutos, se forzaron operaciones. Yo guardo una de 500 mil pesetas de mi empresa Styl Group SA.

Si el Banco Garriga hinchó su globo a base de los talones y deudas del Consorcio, la Catalana con lo “catalán”, ese sentimiento tan machacado por el franquismo y tan a flor de piel, y encima, como en toda estafa de la pirámide, se ofrecen beneficios. Es la única comparación entre los dos, en el Garriga no se salvaría ni un duro de su pasivo, los créditos y empresas pura ficción, y en la Catalana, ¿no eran ya muertos al fusionarlas a la ventanilla del Banco?. Banco Industrial de Cataluña, Banco Industrial del Mediterráneo, Banco de Barcelona, Banco Mercantil de Manresa, Banco de Gerona, Banco de Asturias, Banco de Alicante, Banco de Crédito e Inversiones, y Banco de la Propiedad, con el que se establecieron en Madrid. Mi memoria me lo afirma. Había diferencias, Pujol luchó por su banco desde 1959, veinte años, y De la Rosa en apenas cuatro tenía la estructura quebrada, y el “sobrante” vía Andorra. Otra diferencia, de carácter, de moral, de maneras, el Garriga se cimentaba con tres en la cárcel, cuatro, de contar Odena, por otras guerras similares, y aún se chantajearía, amenazaría, se quemaría, se provocarían muertes, se encarcelaría, cuando las “mafias” en torno de Piqué Vidal, Pascual Estevill o Jiménez de Parga, se consolidaran con los dólares de los kuwaitíes. La diferencia acabará aquí, porque el ex banquero y presidente se subió al carro de tanta perversión, él y los hijos, aunque parecido a un Franco muriera en la cama de “no presentarse a las próximas elecciones”, imposibles de ganar. ¿¿??. Y el ex Honorable chupa cámara describiéndonos su Premiá de Dalt de la infancia, presente en las celebraciones de todo género, y aleccionando a sus futuras generaciones. En definitiva los dos endosaron a Madrid sus grandes muertos, el Banco Garriga Nogués y la Banca Catalana. Y los dos la habilidad de remontar, uno con la Generalitat, y otro con KIO, a los que traspasaron personal y las situaciones dinerarias más delicadas.

A propósito de la silenciada y archivada macrodenuncia del abogado Carlos Obregón. 112 apartado; “En relación a las “pesetas” evadidas a “Andorra” para ser convertidas en “divisas”, los activos procedían de la “Banca Garriga Nogués”, “Banco de los Pirineos”, “Banca Catalana”, “Banco de Descuento”, “Banco de Navarra”, “Banco de Madrid”, “Banco Unión”, “Banco de Fomento”, “Banca Jover”, “Banco de la Pequeña Empresa”, “Banco Meridional”, y el “Consorcio de la Zona Franca”.
Y seguía en el 113; “Algunas de las cantidades de Divisas que se bajaban de Andorra se ingresaban en la “Banca Catalana” en cuentas a nombre de las entidades “Torras Hostench, SA”, “Mercados Económicos SA”, “Urbanizaciones y Transportes” y “Carpe SL”. Algunas partidas eran ingresadas en cuentas del “Banco Condal”.

El culebrón continúa con detalle de diferentes operaciones entre “Comercial Distribuidora Andorrana de Alimentación” y la “Compañía de Desarrollo y Financiación S.A. domiciliada en Diagonal 612.
Juan Piqué Vidal, tendría en sus manos no ya a Pujol sino a toda la Generalitat, puesto que todos los altos cargos procedían del grupo y familia de Pujol. El pequeño detalle “Banco de Navarra” ilustraría el poder de Piqué.

Al único “banquero” de los “50 Bancos quebrados” encarcelado, Juan Palomeras Vigas, por los 80, lo traté en la Sexta Galería de la Modelo. Y por desgracia también veintidós años después cumpliendo condena de seis años por blanqueo a unos turcos (heroína afgana) a través de una ONG. A mis diatribas contra Juan Piqué Vidal contestaba enfadado blandiendo “su amistad” y elevándole al Olimpo de la sabiduría y santidad. Y tenía razón, unos 20.000 millones los saldó con cuatro meses de cárcel, y sobreseído el caso. El agradecimiento infinito, pero en el 2.003 los buenos oficios de Piqué no le salvaban de cumplir su condena sin tercer grado a pesar de sus 71 años. Quizá el ex amigo y viejo Pujol no le perdonara su paso por Fondiberia, Fondo de Inversión Mobiliaria. O su antiguo abogado, Piqué Vidal, no obtenía los favores para su gente, retirado el Honorable de la política.

En el 82, Juan Piqué y Javier de la Rosa, se frotarían las manos, los millones y el poder político, como siempre fue y debía continuar, encajaban, atracción ineludible. Los socialistas asustarían pero se les “convencía” (primera experiencia Narcís Serra y su Ayuntamiento), y un nuevo maná se cernía sobre el Bufete, las “transferencias de competencias a la Generalitat desde Madrid”. Cada “una”, un edificio, y cada edificio se llenaría de presupuestos, obras públicas, contratos, y poder, mucho Poder, recalificaciones de terrenos, subvenciones, cargos a amigos, infinitos cargos. Sus sesenta y un abogados fijos, y fluctuantes “becarios” (sus clases en la Universidad un filón), se completaron con la asociación al poderoso bufete madrileño, Oscar Alzaga, formando el conglomerado de bufetes Iberforo con varios esparcidos por toda España. Con razón los abogados, con conocimiento directo, preguntándoles de mosca cojonera, se hacen el loco, o sueltan incoherencias y tópicos sin sentido mesándose el cabello. “Yo no presentaría esa denuncia”, me decía uno refiriéndose a los pisos de los magistrados escriturados en el 2003, “olvídalo, han pasado 25 años”. Los corruptos pretenden que sus víctimas se olviden, y no perdonan las pataletas.

A Javier le supondría un disgusto desempolvar su pobre catalán, pero París bien vale una misa, y de esas él tenía a miles. Su nuevo socio enarbolaba las cuatro barras y él se afiliaría a sus huestes. O si no se afiliaba, ni falta hacía, se hermanaría a lo árabe kuwaití, “tanto para ti y tanto para mí”.

1982 se inicia con la lectura del auto de fecha 4-12-81, n. de Registro: 148/81, del Tribunal Constitucional sobre el Tribunal compuesto expresamente para el Caso Consorcio. Me ahorraré el dolor de cabeza y la sensación de simple paria incapaz de entender las decisiones o la simple redacción de tan elevadas mentes, además de la seguridad de que mis pocos lectores se aburran y desistan continuar, y trasladaré solo una parte de las escasas tres hojas, aunque lo adecuado sería transcribir todos los escritos anexos.
“II, Fundamentos jurídicos. 2. A juicio de este Tribunal, sin embargo, no existen razones para acceder a lo solicitado, ya que la suspensión del acto impugnado no comporta ningún efecto beneficioso para el recurrente ni su denegación haría perder al amparo su finalidad.

En efecto, por lo que se refiere al contenido concreto del acto impugnado, la suspensión de la providencia no conduciría inmediatamente al examen de la apelación por un Tribunal compuesto de forma distinta, sino más bien a la suspensión de la tramitación del recurso de apelación, con lo que el recurrente permanecería en la misma situación provisional de procesado y en prisión. Y si lo que se pretende es que el Tribunal se constituya de forma distinta en actuaciones futuras, ello no puede conseguirse directamente mediante la suspensión de la providencia que establece una determinada composición para una concreta actuación. En definitiva, lo que la suspensión solicitada generaría es una situación de incertidumbre hasta que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre el fondo, pues declarar provisionalmente incorrecta una composición no equivale a declarar provisionalmente correcta otra.”

Ni Salomón partiría mejor un niño a favor de una de las madres. El Sistema, generado en las Universidades franquistas, obligaba girar en torno de su propio ombligo. A la simple corrupción se la añadía la perversidad intelectual. Peor lo del Supremo.



Unas hojas de las 80 de la sentencia del caso Consorcio de la Zona Franca de Barcelona donde además de aparecer como magistrado Alfonso Fernández Oubiña, se relacionan decenas de talones con beneficiarios falsos ingresados en el Banco Garriga Nogués de Javier de la Rosa. 



Pequeña parte de la denuncia con Antonio de la Rosa por Barcelona, a pesar de la "busca y captura" y tan anunciada huida, y actuando en negocios con su hijo Javier, Piqué Vidal, y el juez Fernández Oubiña.


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