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viernes, 15 de octubre de 2010

2. BONOS DE LA GENERALITAT DE CATALUÑA.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 15-10-10. Mi jefe en banca por los 60 después de denegar el crédito al pequeño ayuntamiento por posible moroso hubiera aceptado algunos millones de bonos de la Generalitat. El doble de interés de lo normal para los suscriptores particulares, y un más que goloso 3% de comisión para el banco en una emisión a un año plazo, cuando el 1% a cinco años es lo corriente.

Trasladado a la actualidad diría que si la emisión estaba autorizada, como es preceptivo, por el Banco de España, Ministerio de Hacienda y la CNMV, que si además la Generalitat es Estado, son bonos del propio Estado, y aunque no entendería el matiz de no financiarse por cauces estatales, pues “¡bueno, da lo mismo! Otra fórmula estatal para captar dinero, aunque sea ¡carísimo!

Le entusiasmaría el 3% de comisión, una burrada para papel a un año, y si además la bola se multiplica cada año ¡un momio para la eternidad! ... “porque créame Rafael que estos ni los que vengan no amortizarán jamás… a hinchar otro globo… pero si no compramos seremos mal vistos… o nos tocarán las narices”.

Un planteamiento impensable hoy día, no existe la libertad de decisión en el mercado financiero, tan reducido que en puridad ni existe tal mercado en manos del cartel Banco de España-Bancos y Cajas, y menos en las grandes operaciones de Estado. De hecho parece, o hacen parecer, que La Caixa tendría cierta opción de aceptación o rechazo, el resto, Caixa Catalunya y demás, se hallan a las órdenes del Banco de España-Gobierno. Otro matiz sería quien gobierna a quien.

Me pregunto si La Caixa hubiera podido denegar esa operación, o por orden del Gobierno ha de servir para regularizar las cuentas de la Generalitat Socialista ante la posibilidad de perder las elecciones. Demasiadas cuentas en rojo, o de sociedades públicas y parapúblicas, organizaciones subvencionadas, organismos sin control presupuestario y gasto generado y pagado con créditos, o parecido. Un conjunto de posibles querellas criminales.

A la Caixa no le costará convencer a sus clientes impositores que compren esos bonos bien retribuidos y tan seguros como el Tesoro Público, y 30, 60 o 90 millones de euros de comisión justifican por si solos la operación. Y a poco que utilicen con sus clientes el reclamo del catalanismo se asegura un sector de mercado que quizá jamás compraría deuda pública española, y para el que la Generalitat, aunque sea socialista, es otra cosa. Dominando más del 30% en Cataluña parece que no tendrá dificultades para esa emisión más allá de complicar su enrarecida existencia, y más contemplando que el techo de emisión por la Generalitat es infinito. y muy finito que el catalanismo ayude a captar.

Si por las alturas financieras piensan que con el cuento catalanista podrían incluso atraer dinero negro, van aviados, a menos que alguien se inventara una seudo regularización fiscal. Quizá hace más de veinte años, cuando las “primas únicas” de La Caixa o las “cesiones de créditos” del Banco de Santander, fuera posible, pero hoy a los poseedores de dinero negro, sean o no catalanistas, ya casi es imposible engañarlos.

Para La Caixa cargar a cuestas una Generalitat sin más crédito que ella misma, sin perspectivas futuras, y tendente a la elefantiasis, convirtiéndola en ya definitivamente un banco central y público en Cataluña sería un regreso al franquismo, a cuando de sus “libretas de ahorro” y cuentas corrientes debía dedicar el 50% a las emisiones de deuda pública o asimiladas, quedando muy poco para el sector privado, entonces coto de los bancos. Una curiosidad, el Banco de Santander, que domina otro 30% o más del mercado financiero catalán, parece no añadirse a la operación, ¿tendrá Botín opción o voz y voto en el cártel o Gobierno?

Es de suponer que si bien el Gobierno Socialista agradecerá a La Caixa su colaboración, agradecimiento que jamás ha significado gran cosa entre ese tipo de instituciones, a los europeos no les gustará demasiado. En este momento se trata de operaciones más desestabilizadoras que productivas, ¡otra de las genialidades españolas!

Quizá a La Caixa le cueste menos generar liquidez endosando esos títulos por el ancho mundo, posibilidad muy mermada en un momento que la BARRA LIBRE del BCE se restringe y con el interbancario casi cerrado. Además en el mercado internacional ya se habla de BONOS BASURA por su elevado interés y comisiones, y suena la comparación no ya de Cataluña sino de España con la Argentina del 2001.

Y de nuevo la Tele de la Generalitat y similares (todas) propagan junto a sus bonos la buena nueva de la venta de pisos, signo inequívoco de la recuperación; como si meter gente en esos pisos de la Gran Burbuja significara VENDER generando dinero y beneficios, al igual que bajar el paro a base cursos de formación pagados y ayuntamientos contratando.

Para Cataluña Caixa y el resto de fusionadas en quiebra técnica los apuntes contables crearán algún beneficio “contablemente necesario” pero en conjunto otro problema, que ya poco importa a sus gestores, en la práctica funcionarios públicos aunque Narcís Serra y los suyos ganen más que varios presidentes de Gobierno juntos. Decía el día 10 “Triste favor a unas entidades metidas de lleno en la mayor Crisis de su historia, algunas en práctica quiebra … y a sus clientes con un 4´75 si en definitiva está avalado por el Estado ¿¿??, y al Estado lo avala Bruselas y Europa… ¡pues bueno! !Y lo de la tasa de ahorro de las familias también tiene gracia!”…

Más oscuridad… y más paro y quiebras…











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